En una suerte de cantata se intenta responder a esa pregunta anterior, al por qué?, de la forma más charladecafé posible -que es la forma en la que nos sale apenas saltamos de la cama-, historiando sucesos, hechos genéricos, humanos y silvestres.
Una queja, una molestia.
Recuerdo de telenovela, al vino ginebra y al whisky resaca, y quien no emparda que ni siquiera beba.
Luego de la queja, se presenta el quien, culposo pero no arrepentido, gritando sus verdades. (Quien nunca meditó sus placeres mira con ojos de perdido, y la culpa se alimenta del alimento, y la culpa se bebe lo bebible y la panza tirita de triste y de grito).
Para concluir este aquelarre de culpos y culpas y de quejas y bravura, se junta toda la yunta de voces y locos y locas para hacer la pregunta final, la pregunta horrorosa, la que de ser respondida expondría
el sentido religioso de la vida.
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lyrics
Maldito sea el día en que he conocido a este
imbécil.
Maldito sea el día que lo escuché
hablar.
Malditas las palabras (maldito su
crimen, maldita su culpa)
Maldito lo terrible (de acercarse
a esa estafa)
Maldito su pasado, su angustia fría, su
humillación.
Malditos actos monstruosos y ahogados
que una vez escuchados solo se reproducirán.
Maldita yo por oírlo, malditas mis
dudas
(no era, en realidad, tan maldito como
suponía)
Malditas todas y cada una de sus
verdades,
maldita la mentira, el vacío y su vida
(que de abyecta escupía
ácido a la mía)
Yo (que me consentía
constantemente)
Para mi (que nunca medité mis
placeres)
Mi alma! (que rebozaba de
malandrín)
Todo está perdido,
mal parido,
jodido.
¿De qué broma tan enorme es capaz un
hombre que oculta su culpa y horror?
(detrás de un ruido
ensordecedor)
Trumpeter and composer Mark Kavuma aims to bring jazz back to the dancefloor with this energetic collaboration with The Banger Factory. Bandcamp New & Notable Oct 14, 2021